Hoy te traigo la curiosa historia de mi tía Mercedes y cómo aplicó el ingenio para practicar inglés cuando Internet aún no había existía. Gracias a su creatividad y simpatía se las apañó estupendamente para practicar este idioma durante un viaje a la isla británica. Un buen ejemplo de creatividad.
 

Los viajes no siempre nos permiten practicar inglés como quisiéramos. En ocasiones sólo encontramos oportunidades para preguntar precios, preguntar por una calle o solicitar alguna información, con frecuencia banal. Situaciones que no nos permiten practicar inglés y entrenar nuestros conocimientos o mejorar nuestro nivel.
 

Es verdad que hoy, gracias a Internet, tenemos más recursos para practicar; como promover intercambios para hablar y practicar en los que ambas partes del encuentro conversan un rato en inglés y otro en español, ya sea por Skype, ya sea en persona si hacemos un viaje hasta allí. Pero hace veinte años, esto no era nada fácil.
 

En este vídeo te cuento un curioso ejemplo de cómo la imaginación puede ayudarte a provechar tus viajes y practicar ese inglés que quieres hacer fluir.
 

Te invito también a que nos cuentes tu anécdota personal, esa que protagonizaste en un viaje a algún país donde querías practicar tu inglés (u otro idioma). Con este vídeo inauguramos una nueva sección de vídeos. Las historias del “viajero aprendiz”, y nos gustaría que la siguiente fura la tuya.
 

Cuéntanos qué te pasó o cómo aprendiste alguna lección interesante y la contaremos en nuestro videoblog, por supuesto nombrándote como protagonista de la misma (salvo que nos indiques lo contrario).
 
Espero tu historia y te deseo un feliz día: