¿Te has preguntado alguna vez cuánto te esta costando NO hablar Inglés?


Llevas diez minutos explicando al señor de la recepción que quieres que te suban un par de mantas más a la habitación y que te cambien las toallas. Para ello haces uso de tu mejor lenguaje de signos y de algunas palabras que conoces de cuando estudiaste Inglés en el colegio, cuando de pronto aparece tu mujer, o tu compañero de trabajo que te acompaña en el viaje y en dos frases resuelve el problema y recibe la sonrisa del recepcionista.

business man with money flying out of his wallet

La historia se repite en el restaurante con la carta, en una tienda al pedir una chaquete de una talla y un color distintos, etc.

En cada ocasión sientes que el mundo no es justo y envidias la facilidad para los idiomas que exhibe tu partner , y de la que tu no pareces disfrutar. Piensas en aprender Inglés de una vez. Pero entonces recuerdas tus experiencias previas y lo que te han contado en academias y algunas clases con profesores nativos que te animaste a recibir. Te invade la sensación de que ese proyecto te llevará años y de que estará lleno de tareas aburridas, que requerirán grandes dosis de disciplina.

Te lo piensas mejor, te acuerdas con palabras gruesas de esa larga lista de profesores horribles que tuviste que padecer en tus años de colegio y al final te encojes de hombros te resignas.
Nunca pertenecerás al “selecto club” de las personas capaces de hablar inglés. Esa espinita que tienes clavada con el idioma de Shakespeare seguirá ahí.
Tener esta sensación no es bueno…. ni necesario.

Tú SÍ puedes hablar Inglés. Sí puedes disfrutar de las sensación de haber superado el reto del idiomas de los siglo XXI. Y crecer profesional y personalmente.
No hablar Inglés, es para muchas personas fuente de frustración, por no poder.
• No poder comunicarse,
• No poder acceder a valiosa información profesional,
• No poder conocer ni intimar con personas de otras nacionalidades
• No poder acceder a mejores puestos
• No poder hacer negocios con potenciales grandes clientes, etc.

Ese es el coste de no hablar inglés para muchas personas. El de…
• No poder hacer amigos cuando viajas… salvo que hablen tu idioma
• No tener acceso a concursos, ayudas para proyectos transnacionales, etc.
• El de ver como gente interesante queda fuera de tu alcance
• Los diez, veinte o treinta mil euros extra de ese ascenso para el que se requiere Inglés.
• El de no poder trabajar con esos clientes extranjeros que sí harían negocios contigo.

A veces el coste es el de tu propia autoestima, el de tu formación, el de tu disfrute en otros lugares.
Hoy te pregunto ¿Y tú qué coste prefieres soportar? ¿El coste de seguir como hasta ahora, o el de decidirte a HABLAR INGLÉS?
El primero dura para siempre.
El otro… el de Sí HABLAR INGLÉS, es verdad que requiere algo de tu esfuerzo, de tu tiempo y recursos, (aunque, ya sabes, si es con Quick Language solo un par de meses).
Como siempre, mi mensaje es que puedes, que hay formas de lograrlo sin tener que realizar esfuerzos titánicos o pasar media vida estudiando gramática, y que la recompensa lo merece.

Y ya sabes si necesitas ayuda, contáctame y hablamos. Es algo que se me da bien.
Te deseo un feliz día:
Iñigo

¡Ah! Y si quieres ayudar a otros a que se lancen y superen esa barrera de Inglés, comparte este mensaje con ellos haciendo click en los botones sociales. Gracias, gracias: Iñigo

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