Muchos profesionales de la Psicología, la docencia y los idiomas han buscado motivaciones que nos ayuden a perseverar mientras nuestros esfuerzos por aprender Inglés dan resultado.

Más en su búsqueda se encuentran con dos problemas.

Uno: Muchas personas no logran resultados. Y sin ellos no hay motivación que valga. Tras un tiempo nadie quiere persistir en un objetivo cada vez más lejano o que permanece estancado, pero que no se acerca.

En muchas ocasiones este problema sólo requiere que cambies de método. ¡AVISO!: Jamás creas que es por tu culpa o que no sirves para los idiomas. Si tal y como haces las cosas no funciona, no desistas, busca otra forma. La hay te lo aseguro.

Dos: A veces las personas tienen medios con que superar el reto del Inglés y podrían lograr mejores resultados. Pero no encuentran una argumento lo bastante poderoso como para perseverar decir NO a los deseos de rendirse o aflojar. No encuentran un motivo vigoroso que les inspire en medio del desaliento o el aburrimiento y sí muchas excusas.

Hoy te quiero contar mi razón. La que me impulsó cuando no veía progresos y mi ánimo decaía en la lucha por conquistar el Inglés. Y no es profesional, no buscaba mejores oportunidades, subir mi autoestima, viajar, hablar con otras gentes o leer sus libros. Todo esto vino después.

La verdadera razón es que en mí hay una voz que me dice que yo también puedo lograr eso que deseo. Que si miles de personas con peores medios lo han logrado yo también he de poder.

No puedo apagar esa voz. “Tu puedes” me dice, “No puedes rendirte, por que tú puedes”. Hay una versión de ti mismo mejor que la actual y que incluye ser capaz de superar esas barreras que parecen infranqueables en el camino de hablar otras lenguas. No hay excusas.

Dios no me hizo peor que otros, con una mente más débil o con menos neuronas y a ti tampoco. Puede que con una mente diferente sí, una mente que quizás necesite recibir la información de una forma especial. Puede. Pero no con una mente incapaz. “Dios no crea basura me dijo una vez“ Diana Fontánez una estupenda y prestigiosa coacher de los negocios. Si el deseo de hablar otros idiomas está en ti, es que también está la fuerza y hay un camino para ti.

Aprendo idiomas por que puedo, por que deseo llegar a ser esa versión de mi mismo que vislumbro que puedo ser. Y ahora los enseño, por que tengo fe en que tú también puedes y por que no te creo cuando me dices que eres muy mayor, que no tienes tiempo o que eres malo para los idiomas, por que yo aprendí a los 45, trabajo once horas al día y durante años no fui capaz de vencer las dificultades con las que me encontraba.

Ahora hablo cuatro idiomas, pero me he propuesto hablar ocho dentro de un par de años (o alguno más...) y la razón profunda que me mueve es esta. Cuando llegue el momento de mirar atrás, no quiero mirarme y ver a alguien que en vez de poner todo el empeño y los medios a su alcance para lograr algo que deseaba, creo mil excusas para justificar que no podía.

¿Y tú, hablar otro idioma es algo que te haría sentir orgulloso/a de ti mismo/a pero resulta que eres muy mayor, tienes poco tiempo, hace mucho que no estudias…?

Si quieres ser una de esas personas capaces de hablar una segunda lengua (o más) y quieres ayuda, cuenta conmigo y si esa lengua es el Inglés, entonces estás de enhorabuena. Ahora Quick Language existe para ti.

Sin excusas, contacta conmigo http://quicklanguage.es/contacto/ ya.

Te deseo un feliz día:

Iñigo P. Hernando